Los abogados de Meng Wanzhou, directora financiera del gigante chino Huawei, acusaron al presidente estadounidense Donald Trump de haber minado toda posibilidad de un proceso justo en juicio de extradición que se desarrolla en Canadá.
Las declaraciones de Trump "envenenaron" el caso, estiman los abogados de Meng en documentos transmitidos al tribunal de Vancouver el fin de semana, revelando su nueva línea de defensa de la ejecutiva.
Meng, de 48 años e hija del fundador de Huawei, líder mundial de los equipos 5G, es acusada por Estados Unidos de haber burlado las sanciones estadounidenses contra Irán.
Según Washington, Meng mintió al banco HSBC sobre la relación entre Huawei y Skycom, una filial que vendía equipos de telecomunicaciones a Irán, lo cual colocó a la institución financiera a una posible sanción por violar las sanciones estadounidenses a Teherán.
La ejecutiva china fue detenida a fines de 2018 en el aeropuerto de Vancouver. El hecho dio inicio a una crisis diplomática sin precedentes entre China y Canadá.
Los abogados citan declaraciones de Trump durante una entrevista realizada dos semanas después de la detención de Meng, en las que el presidente dejó entender que no dudaría en intervenir ante la justicia de su país si ello le permitía negociar un acuerdo comercial más favorable con Pekín.
A fines de mayo la justicia canadiense dio su visto bueno para continuar con el procedimiento de extradición hacia Estados Unidos de Meng, que vive actualmente en régimen de libertad condicional en una de sus lujosas propiedades en Vancouver.
En una audiencia judicial desarrollada en junio, los abogados canadienses de Meng denunciaron la existencia de un complot con participación del FBI (la policía federal estadounidense) contra la número 2 de Huawei.
Según la defensa, las autoridades canadienses postergaron deliberadamente por unas horas la detención de Meng durante una escala en Vancouver con el fin de poder reunir pruebas para el FBI.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau se negó a ceder a las presiones de Pekín para que interviniera en el proceso de extradición de Meng a cambio de la liberación de dos compatriotas detenidos en China.
Los canadienses Michael Kovrig, un exdiplomático, y Michael Spavor, un consultor, arrestados en China nueve días después que Wen, fueron formalmente inculpados de espionaje a mediados de junio. Occidente considera su detención como una medida de represalias de las autoridades chinas.